martes, 1 de abril de 2014

Energía


Llego la primavera! Después de tanta ciclogenesis, de fríos y nevadas, parece que la estación de las flores por fin se asoma, aunque tímida, a nuestras vidas, y digo tímida porque todavía tenemos algunas lluvias. Como conocemos por experiencia personal, o de otros, con la primavera llega para muchos la temida astenia primaveral, esa flojera o cansancio que el cambio de estación produce en muchos cuerpos. Pero hay otro cansancio que nos amenaza en todas las estaciones, un cansancio “residual”, más difícil de recuperar. ¿No tienes la sensación de vivir en una sociedad cansada?  Muchas veces cuando pregunto por la mañana a los de mi alrededor ¿qué tal? ¿Cómo estás? La respuesta en demasiadas ocasiones es: cansado, muy cansado.

El problema es que gestionamos mal nuestra energía, es cierto que las guerras las ganan los soldados cansados, lo normal es que cuando uno trabaja duro se cansa, pero también es cierto que el descanso facilita el pensamiento, la resolución de problemas, la creatividad, la ilusión, la motivación y en definitiva el rendimiento.

Jim Loher cofundador de “Human Performance Institute” ha analizado el comportamiento de los deportistas de elite para trasladar a las empresas las buenas prácticas en gestión de la energía personal y el alto rendimiento, afirma: “En cuerpos debilitados es muy difícil desarrollar la ilusión, tenemos que trabajar nuestro cuerpo alternando momentos de actividad con otros de recuperación”.

Tenemos cuatro fuentes de energía personal, la primera es la física, está en la base de la pirámide energética, sin la base no se sostiene lo demás por eso es fundamental cuidar la recuperación de esta energía con hábitos de sueño y alimentación saludables, y con el ejercicio físico.

 La segunda es la energía emocional, Loehr y su equipo preguntaron a atletas cómo se sentían cuando estaban ejecutando un buen ejercicio, todos coincidieron en usar palabras como: calma, desafío, compromiso, optimismo y confianza. Así como las emociones positivas nos llevan a un buen desempeño, las negativas como la frustración, la impaciencia, la tristeza, el miedo… nos restan energía. Por eso es fundamental hacer una buena gestión de nuestras emociones, reconocerlas y tratar de modificarlas cuando sean negativas.

La tercera fuente de energía es la mental, ejercitar nuestra capacidad de concentración, analizar nuestros pensamientos, visualizar el objetivo, son técnicas que nos hacen centrar nuestra mente para sacar de ella la energía necesaria, y que la voluntad sea capaz de mantenerse en el logro de objetivos o resistir a las dificultades.

Por último y no por ello menos importante, en la cumbre de nuestra pirámide energética esta la energía espiritual, los motivos trascendentes que nos llevan a actuar, es la energía que surge cuando exploramos valores más profundos que nos dan un fuerte sentido de propósito, el amor, la entrega a los demás, el bien común, un sentido trascendente de la vida, nos dotan de una energía superior, en palabras de Víktor Frankl “cuando hay un porque no importa cualquier como

Una buena gestión de las fuentes de nuestra energía personal nos llevara a ser más productivos, a nosotros y a nuestros equipos, a generar esa ilusión y esas ganas, y en definitiva a estar más contentos, el cansancio muchas veces arrastra a la tristeza. También es verdad que conocemos muchos casos en los que la energía espiritual es capaz de tirar del cuerpo, una madre cansada a los pies de una cama de hospital, y tantos otros ejemplos de superación, pero son ejemplos extremos no nos confundamos, lo normal es trabajar, cansarse, y descansar para recuperar y volver a trabajar con toda la energía.

Estamos cerca de poder disfrutar de algunos días de vacaciones en Semana Santa, espero que puedas descansar y volver a tu trabajo, a tus metas, a tus proyectos con la energía personal totalmente recuperada.
Almudena Gutiérrez

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