Todavía recuerdo el primer día en
mi primer trabajo, era una empresa mediana de servicios informáticos, yo me
incorporaba al Departamento de Recursos Humanos para hacer selección de
personal, la oficina estaba lejos de Madrid, en Tres Cantos, pero era un sitio
agradable y bien equipado, en un primer momento hubo presentaciones y saludos,
me enseñaron mi sitio… me entregaron mi ordenador, las claves de acceso… y la
persona con la que iba a trabajar me fue explicando algunas cosas sobre la
empresa, los departamentos, el modo de trabajar…
Luego llegó el momento de la
comida, mi persona de referencia iba a nadar al medio día y no tuvo el detalle
de gestionar que me uniera a algún grupo que salía a comer fuera, así que me
fui sola, di una vuelta de reconocimiento por las cercanías de la oficina… y me
acuerdo que comí algo rápido… no me gusta comer sola… es algo a lo que te vas
acostumbrando, pero si puedo elegir, prefiero comer acompañada… Para aliviar la
soledad del momento llame a una amiga y le conté mis primeras impresiones sobre
la empresa, las personas con las que iba a trabajar, el trabajo… había hecho ya
mi propia evaluación del entorno de trabajo al que me acababa de incorporar.
Las primeras impresiones y los
primeros días de un empleado en su nuevo puesto son decisivos, los estudios
sobre rotación muestran que uno de cada tres nuevos empleados sigue buscando
trabajo durante los seis primeros meses, y que las empresas con buenos planes
de acogida tienen un 91% de tasa de retención frente al 30% de las que no ponen
mucho cuidado en estos planes*. Los esfuerzos por fidelizar (no me gusta la
palabra retener) a los nuevos empleados se deben realizar desde el primer
momento o el coste de selección y contratación se puede convertir en poco
tiempo en un coste hundido.
Los principales objetivos de los
planes de acogida son:
·
Acelerar el proceso de adaptación e integración
de la persona en la compañía, para que el nuevo empleado pueda ser eficiente en
el menor tiempo posible.
·
Atraer y retener el talento recién incorporado.
Para conseguirlo los planes deben
abarcar al menos estos cuatro contenidos:
1. Procedimientos:
herramientas y procedimientos corporativos y del puesto que el empleado debe
conocer para poder desempeñar su trabajo.
2. El
Rol, el conocimiento sobre lo que se espera de esa persona, la carrera, las
responsabilidades del puesto etc.
3. Cultura,
conocimiento sobre los valores, la misión y la visión de la compañía para que
el recién incorporado se pueda hacer a la cultura e interiorizar esos valores
4. Integración
social, o networking interno, generar y consolidar relaciones personales dentro
de la organización para facilitar la incorporación
Es importante tener un buen plan
definido y hacer seguimiento, con un calendario en el que se recojan las
distintas actividades, las más comunes suelen ser los cursos de inducción,
desayunos con un directivo, programas de mentoring, programas Buddy,
entrevistas de seguimiento con RRHH.
También recuerdo el curso de welcome
que tuve en una de las Big Four en la que trabajé durante unos años, aunque no
se hacia el mismo despliegue en este curso para los departamento internos que
para las personas que se incorporan a consultoría y que recibí el curso cuando
ya llevaba unos meses trabajando allí, me resulto útil y gratificante asistir, descubrí
herramientas y beneficios que tenía a mi
alcance y no conocía, y tuve la oportunidad de conocer a compañeros de otras
áreas con los que después seguí manteniendo una relación profesional y personal
beneficiosa para desempeñar mi trabajo.
Una buena acogida tiene efectos
beneficiosos en la implicación y el rendimiento de las personas, y creo que
esto es aplicable también a menor escala, un plan de acogida para las personas
que se incorporan a un proyecto, a un grupo de trabajo o a una iniciativa interna
es algo que tiene que tener en cuenta la persona que lidera ese proyecto, grupo
o iniciativa si quiere tener un equipo motivado.
Almudena Gutierrez Merelles
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