Esta mañana cuando venía a
trabajar en el coche me he acordado de Jose Luis, mi profesor de autoescuela,
que gran profesional y que gran persona! me saqué el teórico y el práctico a la
primera gracias a su ayuda, siempre daba buenos consejos, educado y dispuesto a
ayudar; me recogía en el trabajo o en casa porque yo no tenía mucho tiempo y
necesitaba el carnet como agua de Mayo.
Todavía hoy me acuerdo de sus
consejos, muchas veces me lo he encontrado por Madrid en su coche de
Autoescuela dando clase a algún alumno, si podía se paraba para saludar, que
encanto de persona. Yo lo he recomendado hasta la saciedad, tenía tanta
paciencia que era especialista en esos casos difíciles de conductores que tienen el carnet pero le
han cogido miedo a conducir, él sabía ayudar a esas personas a recuperar la
confianza, un coach del volante lo llamaríamos hoy.
Hace un par de años, por otra
persona que lo había tenido de profesor, me entere que había fallecido, lo
sentí mucho, que gran profesor de autoescuela ha perdido la humanidad! Creo que
desde su puesto ha colaborado para hacer un mundo mejor, enseñando a conducir
con prudencia y a respetar las normas de la circulación y sobre todo a las
personas, ¿no perdemos mucho tiempo en atascos o en desplazamientos? ¿No es
verdad que las calles de nuestras ciudades muchas veces son como una jungla? El
tráfico en una gran ciudad genera mucho estrés, si cada uno fuéramos más
respetuosos al conducir, como enseñaba Jose Luis, la ciudad sería un lugar
menos hostil.
Hoy me he dado cuenta que sus
consejos al volante también se pueden extrapolar al mundo empresarial, conduciendo las organizaciones:
1. Mirar
más lejos de lo inmediato para saber anticipar. No hay que mirar solo el
semáforo que tienes delante de las narices, también hay que ver en un par de
bocacalles un coche que señaliza para estacionar, y poder cambiar a tiempo de
carril.
2. Estar
pendiente de todo lo que sucede a tu alrededor, cuando conduces sabes lo que
vas a hacer tu, pero tienes que anticipar lo que hacen los demás, para eso hay
que mirar constantemente a los espejos, mirar alrededor.
3. Facilitar
a los otros conductores que puedan transitar, facilitar las incorporaciones,
señalizar tus movimientos y dar información a los que circulan contigo.
Mirar más lejos, las
organizaciones tiene que ser capaces de anticiparse a los cambios, de adaptarse
a lo digital, al mercado, a los nuevos competidores y escenarios de juego. Y
dentro de la organización cada persona ha de ser capaz de anticipar las
consecuencias de sus decisiones, a corto y largo plazo, para él y para los que
le rodean, para su departamento y toda la organización.
Para eso hay que estar muy atento
a lo que sucede alrededor: competidores, amenazas, cambios en el entorno,
oportunidades. E internamente tener indicadores que nos den pistas de lo que
está pasando o lo que está por venir.
Facilitar el trabajo de los demás
departamentos, a veces como consultor externo puedes ser más objetivo ante las
situaciones y es triste ver como se ponen la zancadilla departamentos que
deberían colaborar, y que podrían encontrar sinergias, muchas veces es por
falta de entendimiento o por una mala relación personal de los directivos,
otras veces porque nadie quiere asumir ciertas responsabilidades o cargas de
trabajo. Muchos procesos complicados se pueden simplificar cuando los
departamentos facilitan la circulación, así como reducir cuellos de botella y
evitar “atascos”.
En estas reflexiones estaba yo esta
mañana, conduciendo hacia el trabajo y acordándome de Jose Luis, espero que a
ti también te sirvan sus consejos para llegar a donde quieres y conducir a tu
organización hacia sus objetivos, conservando todos los puntos del carnet.
Totalmente de acuerdo, si tenemos prudencia y los sentidos en el volante siempre que viajamos tenemos garantizado que no nos ocurrirá ningún problema
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